Me pareció muy interesante la siguiente reflexión sobre el juego limpio. Por éso la comparto con todos ustedes, esperando les llegue a nuestros niños pelotaris.

Como diría nuestro amigo Rogelio Gancedo: Por el deporte y las buenas costumbres!

CARTA DEL FAIR PLAY

Cualquier papel que yo desempeñe en el deporte, inclusive el de espectador, me comprometo a:

Hacer de cada encuentro deportivo (poco importa la magnitud del premio y del evento) un momento privilegiado, una especie de fiesta.

Conformarme a las reglas y al espíritu del deporte practicado.

Respetar a mis contrarios como a mi mismo.

Aceptar las decisiones de los árbitros y jueces del deporte. Sabiendo que, igual que yo, ellos tienen derecho a equivocarse, reconociendo que hacen lo posible para no hacerlo.

Evitar las malas intenciones y la acometividad en mis acciones, palabras o textos.

No usar astucias ni trampas para conseguir éxito.

Ser siempre digno tanto ganando como perdiendo, dentro y fuera de la cancha.

Ayudar a todos con mi presencia, mi experiencia y mi comprensión.

Ser realmente un embajador del deporte, ayudando a hacer respetar los principios sobre indicados a los que viven cerca de mí.

Por este compromiso creo que soy un verdadero deportista.